"Un 70 por ciento de los estudiantes que hoy están en las calles protestando no estarían en la universidad hoy si no existiera el lucro en educación.
Cuando este no existía solo una elite privilegiada entraba a la universidad. Solo cuando empresarios arriesgaron su trabajo, creatividad, esfuerzo y capital se pudo llegar a cerca de un millón de alumnos en la educación superior.
Educación sin lucro sería volver 40 años atrás, cuando los hijos de los ricos estudiaban a costa de la clase media. No nos olvidemos de que el financiamiento del Estado significa que la esforzada familia de Maipú o Talcahuano tiene que financiar con sus impuestos los estudios de jóvenes que no conoce, muchos de ellos de mejor situación económica que los que deben financiarlos.
Ellos, estoy seguro, prefieren financiar los estudios de sus propios hijos. La educación tiene que ser con fines de lucro, competitiva y pagada, para que queden solo las mejores universidades, las cuales tienen que ser controladas en cuanto a la calidad de la enseñanza, control muy deficiente hoy.
Para eso debe cambiarse la ley en cuanto al lucro y al control de la calidad. No es aceptable que cualquier entidad que imparte enseñanza se llame universidad.
El pago debe ser inmediato para las familias que están en condiciones de privilegio y con créditos sin intereses - reajustando solo el IPC - financiados por el Estado, para los que lo necesitan. Estos créditos deben ser rigurosamente devueltos una vez que estos jóvenes trabajen para que las nuevas generaciones puedan también estudiar."
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